No estaba programado, pero el miércoles 15 no pudimos evitarlo, teníamos “mono” de bici y volvimos a salir. Esta vez nos fuimos al Cerro de los Angeles, y lo que iba a ser una ruta tranquila se convirtió en una ruta accidentada. Primero cayó Cebo, y vaya costalazo y cabezazo que se dio el pobre, abolló hasta su nuevo casco, pero por suerte esto le libró de un buen chichón, aunque su costado le dolerá por un tiempo. Después, como no podía ser menos, Gallo fue al suelo, y se dejó la piel cual culebra primaveral mudando la camisa: el codo en carne viva y un cabreo monumental que le hizo subirse a la bici y empezar a marchar como alma que lleva el diablo. Peluso, en ese momento, empezó a temer por su suerte, por que como dice el sabio refranero español “no hay dos sin tres” y por descarte, sólo quedaba él. Por suerte no paso nada más y terminamos curando las heridas y reponiendo las fuerzas perdidas en nuestro querido “Patro” El Barril del Tapeo.
16 jul 2009
SALIDA ESPONTÁNEA
Publicado por
Peluso
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