Para bajar no lo hicimos por el mismo camino. Desde la cima divisamos entre los pinos una trialera que prometía dar emoción a la jornada, y efectivamente no nos decepcionó. Fue una bajada emocionante, aunque se nos hizo algo corta. Hemos hecho la promesa de volver, pues seguro que encontramos nuevos caminos en un paisaje que es púramente serrano.
6 ago 2012
Por montes del Henares
Ya se sabe, agosto es terrible para la práctica del MTB por aquello de las benditas vacaciones, y por esta causa solo hemos salido a pasear las burras Cebo y Trípode. Y lo hicimos por tierras de Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, para recorrer 25 kms. por el extremo de la zona minera del monte Gurugú.
Después de varios intentos fallidos, conseguimos encontrar la pista que sube hacia la cima, con algunos tramos con una pendiente curiosa, aunque despacito se llega a cualquier sitio. Finalmente llegamos arriba, donde entablamos conversación con algunos ciclistas de la zona.
Para bajar no lo hicimos por el mismo camino. Desde la cima divisamos entre los pinos una trialera que prometía dar emoción a la jornada, y efectivamente no nos decepcionó. Fue una bajada emocionante, aunque se nos hizo algo corta. Hemos hecho la promesa de volver, pues seguro que encontramos nuevos caminos en un paisaje que es púramente serrano.
Para bajar no lo hicimos por el mismo camino. Desde la cima divisamos entre los pinos una trialera que prometía dar emoción a la jornada, y efectivamente no nos decepcionó. Fue una bajada emocionante, aunque se nos hizo algo corta. Hemos hecho la promesa de volver, pues seguro que encontramos nuevos caminos en un paisaje que es púramente serrano.
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Trípode
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