Y es que Gallo tenía una comunión a media mañana (según Oskar el muñequito de la tarta no podía faltar) y debía regresar pronto. Así que nos fuimos por el "submundo" hacia La Marañosa, que es una ruta rápida. Y vaya si lo fue, porque entre la prisa de uno y la fuerza de otros, corrimos que nos las pelamos. Casi 20 de media en los 54 kms. que Gallo, Oskar, Trípode, Antuán y Zorro recorrieron. Tres cosas a destacar: por un lado nuestro encuentro con SOL, compañera de Gallo, y que también (y tan bien) luce los colores THINK (SOL, amiga, anímate a salir con nosotros cualquier domingo).
Por otro, Gallo cruzó su particular océano en el "submundo":
Y tres: al salir temprano, rodar deprisa y regresar pronto, hay más tiempo para disfrutar de la cervecita. Y eso, en un día de primavera casi verano como el de ayer, y con buena compañía, es un lujazo.
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